sábado, 24 de abril de 2010

Danai: Tirando la puerta...

En sus inicios, a Danai se le puede encontrar entre el selecto grupo de talentosos jóvenes del conservatorio con los que en 1974, Celso Garrido Lecca formo Tiempo Nuevo, grupo inscrito en la corriente de la Nueva Canción Latinoamericana que estuvo vigente allá por los 70s. Los integrantes iniciales del grupo fueron: Aurora Mendieta, Martina Portocarrero, Aída García Naranjo, Danai Ramirez, Alberto Chávez, Marco Iriarte, Dante Piaggio y César Vivanco. El grupo tuvo una destacada trayectoria en nuestro medio y, después de una exitosa gira en el exterior y la grabación de un disco (1975), Tiempo Nuevo se desintegró.

En 1883, Danai junto a Alberto “Chino” Chávez deciden fundar TV Color convocando a Manuel Miranda, Alberto Chong, Ernesto Samamé y Augusto Castro. El grupo de fusión TV Color que tuvo, una corta y meteórica pero exitosa carrera, sólo nos dejó casi una treintena de presentaciones para el recuerdo y un 45 rpm con los temas “Bajo Control” y “Crecer”.

Luego de la desintegración de TV Color a mediados de los ochentas Danai decide cantar sus composiciones con una banda propia, la que consigue formar con sus excompañeros de TV Color, Alberto Chong, teclados y Ernesto Samamé, guitarras; a los que se integran Eduardo Freire, bajo y Alex Sarrin, batería. Danai, chilena de nacimiento, empezó a enraizarse en estas tierras desde su llegada a principios de los setenta; cuando ella decidió iniciar su proyecto solista ya se encontraba totalmente incorporada al circuito musical de nuestro medio.

Izq.: Sobre del 45 rpm. "Heavy Rats", Der.: Foto del reverso del sobre.

En julio de 1986 graba el sencillo que contenía “Heavy Rats” (Alberto Chávez-Rafael León) en el lado A y “Ven a sentir el rocanrol” (Danai). El tema “Heavy Rats” tiene mediana aceptación en las radios y para febrero de 1987 graba “Maquillaje Sensual”, el súper 45 rpm con 4 temas: “Maquillaje Sensual” (Eduardo Freire), “Confesiones” (Alberto Chávez), “Inmovilizado x Infractor” (Eduardo Freire-Danai); en los que intervienen además de Chong, Freire y Samamé; Armando Patroni en la batería y Doble A en la primera guitarra. El cuarto tema es “De tan lejos” (Doble A-Danai) en el que participan Alberto Chong y Alo Ugarriza.

En noviembre de 1988 graba el LP “Ídolos” que contiene en el lado A: “Ídolos” (E. Freire-Danai), “Tirando la Puerta” (E. Samamé-Danai), “Extraña Sensación de Amor” (Julio Andrade) y “Sin Mirar” (E. Samamé-Danai). En el lado B: “Dos A. M.” (J. Andrade-Danai), “Detengamos un minuto” (C. Kakutani-Danai), ”Represión Criminal” (Carlos Kakutani) y “Nuestra Banda” (J. Andrade-Danai). La banda, en esta ocasión, estuvo conformada por: Alberto Chong, teclados, coros; Eduardo Freire, bajo, coros; Carlos Kakutani, guitarra y, Armando Patroni, batería. En el tema “Tirando la puerta” participa como músico invitado Carlos Espinoza en el saxo. El disco se grabó y mezcló en los estudios Amigos; el técnico de grabación fue Saúl Cornejo y los responsables de la mezcla Saúl Cornejo y Ayo Rivasplata.

Izq.: Portada de "Maquillaje Sensual", Der.: cover del LP "Ídolos".


Los tres discos de Danai fueron producidos por Danai y Ayo Rivasplata para Elepe Producciones y distribuidos por Discos Hispanos del Perú bajo la etiqueta EMI. Aunque “Pateando Latas” nunca fue el nombre oficial del grupo (no figura así en ningún disco), una vez un disc-jockey los presentó así, y así quedó para el público, que considera y recuerda a Danai y al grupo que la acompañó como uno de los actos máximos del rock de los 80s.

Danai partió de este mundo llevándose la admiración y el cariño de su público pero dejándonos el legado de su música y el recuerdo de su extraordinaria personalidad sobre el escenario.

viernes, 23 de abril de 2010

La Guitarra del Rock & Roll - I

1. TRADICIÓN
La guitarra, desde su llegada de Europa en sus formas primarias como la vihuela, la bandurria y el laúd; tuvieron gran acogida, tal vez por su portabilidad o quizá por que vinieron acompañando a dos tradiciones ancestrales europeas: La serenata y la estudiantina. A lo largo de los siglos XVIII y XIX se produce un proceso de enraizamiento del instrumento especialmente en los sectores populares y para inicios del siglo XX, ya en su forma actual, aumenta su difusión y popularidad ante el auge de los aires locales, en especial, del vals limeño. Luego de “resistir” la invasión de música extranjera, “sufrió” la influencia del vals argentino (1) y el bolero mexicano que sirvieron para definir y cimentar diferentes estilos.
Criollos de antaño han contado que cada barrio de Lima tenía su forma propia de tocar y acompañar con la guitarra pues los cantores tenían también su estilo de cantar, distintivo de cada barrio (2). Para mediados de la década de los 50, llamada “década de oro de la música criolla”, nuestra tradición guitarrística ya era tan extensa como rica y no era raro que en cada familia, el padre, un tío, el abuelo o cualquier otro pariente cercano; supiera pulsar con suficiente maestría y chispa, el querido “palo trinador”.

1. LOS PANCHOS: Junto a otros tríos boleristas centroamericanos fueron influencia (3) en el continente entre las décadas 40 y 50. 2. LOS MOROCHUCOS: Alejandro Cortéz, Oscar Avilés y Tito Ego Aguirre; cultores de toda una tradición. 3. LES PAUL Y MARY FORD con su revolucionaria “guitarra parlante” (1930). Les Paul inventó la guitarra de cuerpo sólido.

2. REVOLUCIÓN
Por poco más de tres décadas que la radio había estado emitiendo, como música norteamericana o “moderna”, el jazz de las Big Bands, las canciones de los “croorners” y los ritmos de baile como el fox-trot, swing, shimmy, one-step, charleston… del cine musical; cuando llego el rock and roll, para romper todos los cánones de éstos géneros. Por eso, resulta natural y explicable, confirmando “que la música creada es producto de la música escuchada” que en los primeros intentos de los músicos profesionales locales, con más tendencia al jazz que al rock and roll, se notara la preponderancia del saxofón sobre la guitarra eléctrica, la cual, evidenciaba todavía una técnica incipiente.
David Fricke considera a T-Bone Walker como el inventor del solo de guitarra tal como lo conocemos ahora, “él figura como el tipo que encontró la forma de hacer llorar y gemir a la guitarra eléctrica” (4). En nuestro medio después de “Rock around the clock”, con el correr del tiempo, se pudo saber que no todo se limitaba a lo que podía hacer Bill Halley y aunque en las radios no se difundiera, por ejemplo, el original “Shake, rattle and roll” de Joe Turner los aprendices limeños tuvieron muchos modelos que guiaran su afición por la guitarra. Definitivamente, el incremento de la afición por la guitarra en los jóvenes tiene dos etapas o hitos: la llegada del rock&roll y la aparición de los Beatles. ¿Pero qué guitarristas se escucharon en ese intervalo, en la radio de entonces, que les sirvieran de inspiración e incentivaran su afición? Reiterando que hasta ese momento el ser músico era un asunto de adultos, y que las artes y oficios generalmente se habían transmitido “de padres a hijos”. El camino sería, como vamos a ver, largo y difícil.

3. ROCANROLEROS DE LOS 50´s
Pero el rock&roll era excitante, había conquistado a muchos y despertado, no en pocos, las ansias de tocarlo, de experimentarlo, de vivirlo. Si se quería aprender a tocarlo, había pues, que poner “dedos a la obra”. En primer lugar, los modelos más directos que tuvieron los fans para aprenderlo fueron los mismos rocanroleros de los 50s que tocaron el instrumento y que fueron los que crearon y establecieron los fundamentos de la guitarra para rock&roll:

4. CHUCK BERRY (“Maybellene”, “Roll Over Beethoven”, “Johnny B. Goode”); 5. BO DIDDLEY (“Who Do You Love”, “Crackin Up”, “Mona”, “I’m a Man”); 6. EDDIE COCHRAN (“Summertime Blues”, “C’mon Everybody”, “Somethin’ Else”); 7. BUDDY HOLLY (“That’ll Be The Day”, “Maybe Baby”, “Peggy Sue”, “Think It Over”).

Como siempre, después de aprender los acordes básicos, cada canción era escuchada con atención y analizada minuciosamente, y sólo después de hecho eso, el aprendiz intentaba extraer cada acorde, cada nota hasta “sacar” finalmente la canción. El segundo paso para el autodidacta fue —y siempre lo será— una práctica intensiva con la persistencia de un atleta, hasta lograr una interpretación fluida y natural. Las ampollas en esta etapa fueron el alto precio a pagar, los callos; signo de algún progreso. Es claro, que algunos tuvieron la posibilidad de recibir clases particulares en casa, otros; de ser encaminados en su inicios por los profesores del club de guitarra o la estudiantina en los colegios.

4. GUITARRISTAS DE LOS 50´s
El segundo grupo de ejemplos para los fanáticos del nuevo ritmo lo constituyeron los músicos de sesión, guitarristas que trabajaban en las compañías de discos o que fueron elegidos especialmente para acompañar a algunos de los principales rocanroleros de los 50s, estos, pronto se convirtieron en paradigmas para los fans en su proceso de aprendizaje. Junto a ellos, guitarristas como Cliff Gallup (de los Blue Caps) y Duane Eddy (guitarra solista), contribuyeron con sus aportes técnicos a configurar y consolidar el estilo del rock&roll:

8. CARL PERKINS (“Blue Suede Shoes”, “Matchbox”); 9. SCOTTY MOORE (Elvis Presley) “That’s All Right”, “Good Rockin’ Tonight”, “Hound Dog”, “Too Much”; 10. JAMES BURTON (Ricky Nelson) “Susie Q”, “Hello Mary Lou”; 11. CLIFF GALLUP (Gene Vincent & Blue Caps) “Be-Bop-A-Lula”, ”Lotta Lovin’”, “You Better Believe”, “Double Talkin’”.

Fue evidente que no todos los dueños de las emisoras y los discjockey eran adeptos al rock&roll. De hecho, para algunas radios Chuck Berry sólo había grabado “Johnny B. Goode” y Little Richard, sólo “Good Golly Miss Molly”, por lo que, la posibilidad de escuchar con amplitud a los “grandes” fue limitada. Pese a eso, la afición seguía creciendo rápidamente, se percibía en los colegios, por las calles se escuchaban ya algunos ensayos. Tengo para mi, que sólo Sergio Vergara de Radio Victoria —en sus “Sesiones de Rock and Roll”— difundió la más amplia variedad de grabaciones e interpretes de rock&roll. Entre los clubs de fans formados por los oyentes que asistían a las sesiones: Elvis Presley fan club, Ricky Nelson fan club… hasta Fats Domino tenía su fan club.
El rock&roll primitivo o clásico pasaría pronto a practicarse, sólo por los primeros conjuntos de aficionados, en círculos pequeños como algunos clubs de fans (antes lo hicieron así los aficionados al jazz) debido al conservadurismo de las familias limeñas de la época y ante la mala fama que la prensa tradicional imputó a los rocanroleros (entre 1957-59).

Este punto es el preciso para destacar la importancia de The Fireballs, grupo instrumental de fines de los 50s —tuvo poca difusión el Lima— que se caracterizó por el distinguido trabajo de George Tomsco en la guitarra, con temas como “Turkey” y “Bulldog”. Este grupo fue pionero en la configuración –guitarra-guitarra rítmica-bajo-batería- que cimentó el camino para The Ventures, The Shadows, y la escena de música surf.

Ser o parecer, esa es la cuestión


Dejar volar la imaginación es un ejercicio tan común entre los mortales ya sea uno que se dedique a una disciplina creativa u otro, que se ocupe de las simples labores cotidianas. En cualquier caso, la información que tenemos a la mano se convierte en el vehículo que normalmente usamos; la calidad y el grado de impresión causada por dicha información, determina la potencia del combustible asignado y ¡zas! emprendemos nuestro viaje.
Después de haber conocido a Marlon Brando y James Dean a través del cine, en la segunda mitad de los 50 aparecieron, como extrañas criaturas transplantadas de otro planeta, pandillas de rocanroleros: Los teddy boys criollos en las calles de Lima ¿Vivían nuestros “rebeldes” la misma situación socioeconómica que sus pares americanos o ingleses?
“Básicamente todo se redujo al hecho de que [al inicio de los cincuenta] al haber un mayor nivel de empleo, los teenagers tenían dinero para gastar. Si eran blancos, aunque procediesen de los peores suburbios, ya nunca pasarían hambre. Por el contrario iban a encontrar empleos estables y ganar dinero. Incluso tendrían tiempo para gastarlo. Desde hace treinta años, tanto en Inglaterra como en América, la mayoría de chicos de la clase obrera salían de los colegios con un sentimiento de frustración muy definido; podían engullirse en un mal trabajo, salir del país a ganar guerras o terminar en las colas del subsidio por desempleo” (1).

Recuerdo que las revistas Para ti (argentina) y Ecran (chilena), que circulaban por aquí en los primeros años 60’s, publicaron sendos artículos (al parecer de la misma fuente) sobre los mods y los rockers; poco después todo el mundo trataba de conseguir una receta médica clandestina para lograr que en la farmacia les vendan algún tipo de anfetaminas; o peine en mano; buscaba un espejo para acicalarse maniáticamente.

En 1966 se difundieron las primeras fotos de Mamas & The Papas, pero sólo fue, poco después que la radio popularizara Monday, Monday y California Dreamin’, que Lima se vio progresivamente invadida por chicos y chicas con túnicas y camisas floreadas luciendo collares de semillas. No interesaba el origen ni la filosofía de ningún movimiento, sólo parecer uno de ellos. Ser un hippie criollo (2).

Con respecto a las drogas, la información se infló y deformó convirtiéndola en un verdadero combustible. Los medios, dejando de lado o minimizando la información, que debió ser clara y completa, sobre los experimentos con psicodrogas de los Drs. Timothy Leary y Ken Kesey, lo resumieron todo en algo así como: “Los grupos de rock de moda en San Francisco tocan drogados bajo luces de colores para chicos y chicas, que en pleno trance, bailan bajo los efectos de algún alucinógeno…”, y casi como que resaltaban, “…para los jóvenes de hoy, sin drogas no hay diversión…”. Es decir, después de eso… ya podemos alucinar qué pasó.

Pero para hablar de la psicodelia criolla, nos tenemos que olvidar del Haight Ashbury, el Fillmore, Pink Floyd o el club U.F.O., pues, parafraseando el verso de aquel vals se podría decir que “toda comparación es una ofensa”. La expansión de la mente se practicó aquí mucho antes de que se expandiera el uso de las drogas, lo que mínimo, nos debió hacer merecedores de algo así como el Novel de Química como veremos (y no sólo porque aquí se descubrió cómo seguir sobreviviendo sin trabajo y sin tener, siquiera, qué comer).

Para muchos, la experiencia psicodélica en primera instancia (no necesariamente implicó el uso de drogas) fue sólo sumergirse en la música y dejarse llevar por las corrientes de ésta hasta el clímax; para otros, o dicho de otro modo; dejar que la música penetre todo su ser y entregarse totalmente a su deleite, hasta que ésta le permita crear en su mente tal nivel de goce, que lo conduzca inevitablemente al éxtasis. Un intento de evocar, de representar la experiencia psicodélica con sustancias psicotrópicas.
“…La familia Ravines en pleno está almorzando como de costumbre. El televisor encendido con el volumen bajo y es la hora del show de Elena Cortéz pero eso, aparentemente, a nadie parece importarle.
—¡Ahí están!, todos se vuelven ante la voz de la hija menor que corre a levantar el volumen; en escena Los York’s con el “sacalagua” Pablo Luna en primer plano, que se desplaza como loco de un lado a otro como quien quiere aventarse desde de la pantalla; grita, salta… chilla y se tira al piso… se revuelca y gime…jadea…
—¡Ese está pichicateado!, sentencia el padre y todo el mundo se mira sin entender nada.
—Que seguro que se ha metido su droga ¿no ves?, traduce el hermano mayor y el que, al parecer tiene ‘más calle’ que todos los presentes.
—Hay, pero eso qué importa, ¡él se pasa!… canta 'neto' y a mi me gusta, suspira, la doncella.
—¡Cómo te va a gustar ese adefesio! Grita indignada la abuela, ¿no ves que ese es un enfermo? Desde que está parando con esas amigas de la vuelta esta chica está media rara, ¡ya vas a ver!... agregó amenazante, mientras que en la pantalla:
—¡Abraza!, abrázame baby… ¡abraza!, abrázame a mi... se aleja la voz del infectante…”
(3).

Pablo Luna, vocalista de Los York's (1967)

Después vino la marihuana, pero antes de la popularización de ésta, se pudo ver en las primeras fiestas de los conjuntos de música chicha, a parejas de bailarines que durante el solo de guitarra entraban en trance, como idos, hipnotizados. En los grupos pioneros militaban excelentes ex guitarristas de rock. Estoy seguro que durante una de esas sesiones, en ese ambiente, en ese clima frenético creado por los 'punteos' del guitarrista, fue en el que se inventó la famosa coreografía achorada del “corte de venas”. Más tarde, cuando se apropiaron de los efectos de guitarra y las luces de la “música loca” la excitación llegó hasta límites del desenfreno. He allí, quizá, la causa principal de la gran convocatoria de este género.

Centrándonos ahora en el rock, si se hace una revisión de la música, o a una parte de ella; la hecha por Los Shain´s (última época), Los York´s, Laghonia, Traffic Sound, Telegraph Ave., El Álamo y El Polen, puede uno llegar a la feliz constatación que la psicodelia de los grupos locales no fue una copia tercermundista de la música creada, digamos, por Jefferson Airplane, Grateful Dead o Pink Floyd, como ocurrió en otros países de Latinoamérica e incluso de Europa. Resulta, que cuando todos los grupos de una zona o región toman como referencia, a seguir a uno o a unos pocos grupos líderes de determinado género, terminan todos siendo una subcopia y pareciéndose unos a otros. Sucede a menudo en el heavy metal de todas partes.
En conjunto, los grupos locales antes mencionados, presentaron un abanico de múltiples propuestas claramente diferenciadas que incluyeron una variedad de ingredientes, influencias y referencias tan rica como importante, que hizo la música de cada uno de ellos: singular, original. En los casos de Laghonia, Telegraph Ave., El Álamo y El Polen; la música registrada en los discos no llega a reflejar la atmósfera que éstos lograban crear en sus presentaciones; principal causa del éxito y gran arrastre que tuvieron (4).

Para terminar y sólo como dato anecdótico, se consignará que además del ácido, que finalmente llegó, hubo quienes experimentaron con Ayahuasca, San Pedro, Floripondio y demás yerbas que junto a otros mejunjes caseros o preparados por chamanes, yerberos y charlatanes como el aguardiente Volcánico de las Huaringas, la chicha Grado Ocho de Chiclayo y el jarabe Saca Diablo de Cachiche, que se ofrecían top-caleta en los mercados de los distritos y los mercados Central y Mayorista. Como se puede ver, una época en que la curiosidad no tenía límites. Pero en la cual, lastimosamente, se quemó valiosas neuronas y muchas veces como en el final de la fábula, “la curiosidad mató al gato”.

(1) Cohn, Nik (1973) Awopbopaloobop Alopbamboom, Nostromo, Madrid, España
(2) Fueron pocos, pero hubieron también, quienes siguieron el espíritu original.
(3) Ruiz F., E. Antonio (1991) La Enfermedad, manuscrito no publicado, San Miguel, Lima.
(4) “Estos ojos [y oídos] que algún día se comerán los gusanos” —como decía Eudocio Carrera Vergara— han atestiguado también, incontables e increíbles jams, que por la combinación de músicos y la música producida en ellos, resulta difícil intentar describirlos.

lunes, 5 de abril de 2010

¿Qué celebramos hoy?

El día del huequito... del disco.

Existe una tendencia, un afán que ya se ha convertido en un hobby muy popular consistente en atribuir la autoría de determinada acción u obra a algún personaje o; señalar una fecha como conmemorativa de tal o cual acontecimiento, invitando a celebrar con inusitado entusiasmo dicho acto, la mayoría de veces sin importancia. El asunto es celebrar.
Eso no es nada original. Como se sabe, la costumbre no es nueva. En un pasado no muy lejano no solamente se celebraba el nacimiento de un nuevo hijo, el bautismo de un “ahijado” o el matrimonio de una hija, hechos de real importancia, sino que se buscaba causas o justificaciones de lo más increíbles sólo para celebrar: la compra de algún mueble, la inauguración de una ventana o el estreno de un tocadiscos o de una cortina; todo constituía un motivo digno de celebrar, con jarana de rompe y rasga. El trabajador del pueblo (obrero) si conquistaba una “germita” tomaba —ahora hasta los empleados de cuello y corbata lo hacen— y si ella lo dejaba por un “blanquiñoso”, tomaba igual. En ambos casos terminaba en la cantina “celebrando” con unos tragos. Siempre nos ha gustado celebrar, pues.

Hoy, es común encontrar en algunos medios grandes espacios dedicados a conmemorar, por ejemplo, los 69 años de algún músico generalmente inglés o americano; o la fecha de edición de un disco considerado como clásico por la “crítica especializada” (de la cual, se supone, forman parte los que manejan dichos espacios) pero veamos ¿es realmente más importante el cumpleaños que la misma música, que hay que celebrarlo? En todo caso, allí tenemos a nuestros músicos de rock sesenteros (y sexagenarios), y también de otros géneros que hoy están marginados de esos espacios, personajes que serian una fuente de riquísimo material, eso, si el problema es, la escasez de temas para cumplir con la nota comprometida. A compositores, intérpretes, instrumentistas y cantantes locales no se les expone en esa misma dimensión (¡también tienen cumpleaños!). ¿Acaso por no tener pinta anglosajona, resultan impresentables para “su” público? o ¿Hay que esperar que mueran para que su inclusión esté justificada?

Desde los años 60, ha sido continuo el reclamo por el respeto y el reconocimiento de las principales figuras del arte popular. En esa década y en las siguientes una a una fueron partiendo, por ejemplo, muchas viejas glorias de nuestra canción y sólo quedaba como consuelo de tontos, a fin de cada año, hacer un recuento de “los que nos dejaron”. Han pasado muchos gobiernos, directores de medios y periodistas y todo sigue igual. La esperanza de una revolución en el pensamiento que acarrearía el cambio generacional nunca se concretó, al contrario, se dieron muchos casos, en un triste espectáculo, del evidente ablandamiento de la rebeldía juvenil ante las tentaciones del sistema: “los revolucionarios de ayer son los burgueses de hoy”.
Y es que muchas veces, algunas labores, cuando son permanentes, se tornan en esquemas, clisés; patrones que incluyen por supuesto hasta defectos que luego heredamos. Por ejemplo, las páginas deportivas y de espectáculos de los diarios de hoy se escriben exactamente igual que hace cincuenta años (el mismo enfoque, mismo tratamiento, mismo estilo, mismas palabras, mismos vicios.), aunque ahora se les pretenda dar un tufillo académico o elitista.

Pero el rock nació proletario y, como otras expresiones, pertenece al arte popular. Y así como no podemos negar ante nuestros ojos que en todas las ciudades existe un lado rico y un lado pobre, tampoco podemos ignorar que, en este valle del Señor, todavía existen quienes no han podido expulsar de sus genes el viejo y superado tema de “el arte culto y el arte popular”. Como se dijo al principio esto no tiene nada de original, hoy ya no se pregona pero, un poco más fino igual se hace, se invalidan ciertas expresiones populares: se margina, se ignora, se excluye, por lo tanto no existe (le hacen ¡Pof!). Siendo jóvenes, y pretendiendo ser modernos y diferentes, muchas veces algunos comunicadores y público se van exhibiendo anticuados, pareciéndose cada vez más a esos adultos que alguna vez criticaron.

La Guitarra del Rock & Roll - II


Después de la tragedia de febrero de 1959 y de otros sucesos que remecieron el mundo de la música pop y debilitaron el rock&roll clásico, lo que vendría en los próximos meses sería una avalancha de cantantes solistas, de tal magnitud, suficiente para sepultar al rock&roll. En nuestro medio se instaló la “nueva ola” pero, para entonces, las tiendas de instrumentos musicales habían visto incrementada la demanda de guitarras eléctricas y baterías.
Acorde con objetivo de esta nota se revisará ahora dos aspectos o influencias fundamentales en la formación de los primeros músicos locales de rock: el surf instrumental y la influencia de dos músicos a los que se ha destacado como “trovadores”.

5. SURF INSTRUMENTAL
En 1960 se movió un poco el ambiente con la novedad del Twist de Chubby Checker y se empezaron a formar los primeros conjuntos al estilo The Ventures. Los primeros años de la década del sesenta en la radio se caracterizaron por una calma musical donde convivieron: románticos baladistas, el twist, los grupos de chicas, la música instrumental, la música surf y los grupos vocales masculinos como los Four Seasons y los Beach Boys.
Entre 1960 y 1963 si se pretendía ser un guitarrista de rock se tenía que saber tocar por lo menos “Walk, Don’t Run”, “Apache” y algún otro instrumental vigente en esos días. Ante la ausencia de los “grandes” rocanroleros clásicos, los aficionados a la guitarra fijaron sus oídos y admiración en los conjuntos instrumentales y en sus temas:
A partir de su aparición, la precisión del trabajo en las guitarras de THE VENTURES fue la mayor influencia en muchos guitarristas —y de bateristas también— de rock. THE SHADOWS, Ingleses, con una guitarra Fender Stratocaster americana, un amplificador Vox británico con una unidad de reverbeo y eco, grabaron sus mayores hits “Apache” (1961); “Wonderful Land”; “FBI” y otros. THE CHANTAYS, autores de “Pipeline” (1962); THE MARKETTS, tuvieron temas como “Out of limits”, “Saturn”, “Vanishing point”; THE TORNADOES lanzaron “Telstar” (1962), “Bustin’ Surfboards”; THE SURFARIS: El tema “Wipe out” (1963), se considera el himno de la música surf.

12. T-BONE WALKER (Con “Mean Old World”, 1942, creó eun nuevo lenguaje musical); 13. MICKEY BAKER (músico de sesión, “Love is Strange”, “Money Honey”, “Shake, Rattle and Roll”); 14. DUANE EDDY (Instrumentales: “Ram Rod” “Rebel Rouser”, “Detour”, “Cannon Ball”; 15. DICK DALE (& HIS DEL-TONES “Let’s go trippin”, primer tema surf, 1961. Su técnica lo coloca como uno de los guitarristas más influyentes).

6. “TROVADORES” DE LOS 60’s
Trini López y Johnny Rivers quizá no figuren en muchas enciclopedias o historias del rock y sus discos no aparezcan entre los 100 mejores de todos los tiempos y eso debido a que en otras latitudes no tuvieron la misma importancia que sí tuvieron aquí. A pesar de que actuaban con un grupo de respaldo y que ellos no eran virtuosos instrumentistas, la influencia que tuvieron en la promoción y el incentivo de la afición por la guitarra en el periodo pre-Beatle fue incalculable. Se editaron sus discos, tuvieron gran difusión en la radio y sus singles se podían escuchar en las “radiolas” (rockolas) de todo Lima:
TRINI LÓPEZ. El renombre alcanzado por Trini López hizo que la "Gibson Guitar Corporation" diseñara, especialmente, dos modelos de guitarra para su uso personal. Un modelo de estilo propio del rock&roll pero con cuerpo semi-hueco, y otro con características más del tipo electrónico. También tuvieron gran éxito sus temas ”What I´d Say?” y “America”.
JOHNNY RIVERS. La imagen de Johnny Rivers con su famosa guitarra Gibson ES-335 roja, se convirtió para muchos en el prototipo ideal del rocker y los aficionados se aplicaron en interpretar alguno de sus éxitos: Memphis, Lawdy Miss Clawdy, Whisky 'A Go-Go, Medley: La Bamba, Twist And Shout, Maybelline, Josephine, Johnny B. Goode, Mountain Of Love, y otros.


En 1963, en la puerta de una casa, en la escalera de un edificio, en el muro de la esquina o en el parque de cualquier barrio de Lima; grupos de chicos se afanaban en “sacar” la introducción de “¿Qué dije?”, otros se alegraban porque “Si tuviera un martillo” cada vez “les salía” mejor y; la mayoría; se armaba de entusiasmo para emprender con su primera canción: “La Bamba”.


16. THE VENTURES: “Walk, Don’t Run” (1960), la quintaesencia del sonido de la Fender Jazzmaster. 17. TRINI LÓPEZ: Su primer álbum (1963) “en vivo” en el Club PJ incluía "Si tuviera un martillo" y el tradicional mexicano “La Bamba”. 18. JOHNNY RIVERS: Grabó “en vivo” varias sesiones del Whisky A Go-Go club con su famosa guitarra Gibson ES-335 roja. 19. AL CAIOLA: Respetado por quienes buscaron un toque de maestría y elegancia.*

Mucho tiempo ha pasado y muchas imágenes y sonidos han quedado grabados en nuestra memoria. Compartiré aquella que “…cuando estábamos sentados en el parque del barrio, concentrados en nuestra charla, repentinamente apareció aquel personaje, como los de los cuentos fantásticos, cargado de guitarras en espalda y hombros para ofrecernos el instrumento más deseado en esos días. Dejó escuchar unos arpegios desde la guitarra que tenía en brazos: —Seguro que quieren tocar eso que está de moda ¿no?... Beatles creo que se llaman… con esta tienen que aprender... todos están comprando esta”— nos dijo sin dejar de tocar aquello que nos sonaba paradisiaco y mostrándonos con insistencia la hermosa guitarra casi como cuando el torero invita al toro a embestirlo. Con la promesa que ahorraríamos nuestras propinas le rogamos que volviera en un par de semanas. Que fue, como en los cuentos, cuando nuestra fantasía se hizo realidad. ‘El guitarrero’ dejó recorrer las calles de Lima a principios de los 70s cuando los artesanos se industrializaron…” (5).

*AL CAIOLA. Es el nombre artístico del guitarrista Alexander Emil Caiola, (07.09.1920, Jersey City, Nueva Jersey, Estados Unidos). Como guitarrista ha incursionando en los estilos country, jazz, rock, western y música pop. Ha grabado más de 50 álbumes y ha trabajado a lado de personajes del calibre de Frank Sinatra, Percy Faith, Buddy Holly, Mitch Miller y Tony Bennett.

(1) Toledo, Gonzalo (1988) La Danza y la Canción Popular, Coleccionable, Empresa Editora El Comercio, Lima.
(2) Luyo Yaya, Jorge T. (2010) El "Golpe Abancay o Toque Victoriano” de la Guitarra Criolla, http://www.peruanosenusa.net/profiles/blogs/el-golpe-abancay-o-toque
(3) Jáuregui Coronado, Eloy (2000) Historia de la Música Peruana, Coleccionable, (1-2-3) Empresa Editora El Comercio, Lima.
(4) Fricke, David (2003) The 100 Greatest Guitarists of All Time, Rolling Stone, N° 931, Edición especial para coleccionistas, 18 de Sept, New York, U.SA.
(5) Ruiz F., E. Antonio (2001) Guitarras y Guitarreos, artículo, manuscrito no publicado, San Miguel, Lima.